Con la línea de productos hospitalarios nuestra responsabilidad con el cuidado de los pacientes no solo es terapéutica. También es social. Por ello centramos nuestra actividad en medicamentos hospitalarios de oncología, neurocirugía, urología y drogodependencia. Ofrecemos al sistema sanitario nacional la posibilidad de medicamentos hospitalarios exclusivos y diferenciados. Así cubrimos las necesidades de las personas porque cada una es única cuando entra en un hospital. Y nada deseamos más que su estancia en el centro sea breve y sanadora.
Y más allá de los medicamentos también contribuimos a la salud a través de canales de comunicación con los especialistas de los centros, instituciones, sociedades científicas y asociaciones de pacientes. Allí estamos apoyando iniciativas que contribuyan a una mejor gestión, eficiencia y calidad del sistema sanitario. Gestionamos el acceso a los medicamentos comprometiéndonos con la innovación y la formación.
Trabajamos transversalmente ofreciendo nuestros servicios y valorando cómo debe ser el mejor modelo de atención, teniendo en cuenta el papel de la farmacia hospitalaria y su relación con el resto de las especialidades, gestores y pacientes.
Para nosotros tan importante es el paciente como su entorno social. En los programas de mantenimiento de metadona, destinados a drogodependientes, lo primero es la seguridad. Nuestro amplio arsenal terapéutico permite que el profesional sanitario adapte el tratamiento y se adapte a los cambios sociales y de salud de cada paciente. Porque el paciente siempre, siempre, está en el centro de todo.
